top of page
  • Andrea García Cavazos

Javi & Fon

He de decir que me siento completamente elogiada porque personas de la talla de Alfonso Abboud y Javier Amaya no solo me hayan hecho parte de su vida, sino que también, hayan tomado la decisión de invitar a mis letras a ser partícipes del brindis de este magno evento.


Redundantemente, empecemos por el principio. Quién diría que sería la ciudad Monterrey y el —en ese entonces— Distrito Federal, quienes vieran crecer a los hoy ya esposos. Lo menciono porque me parece relevante enaltecer los diferentes contextos en los que ambos crecieron, porque hoy por hoy ambos encajaron tan bien que cualquiera podría jurar que nacieron hechos el uno para el otro.


Porque no solo se ven muy —muy— bien juntos, además, estar con los 2, se siente tan fácil que, nuevamente, cualquiera podría asegurar que era el destino quien los juntaría, pero pensándolo bien, creo que sería injusto otorgarle este día a los famosos azares del destino cuando solo les pertenece a ustedes 2.


No te culpo, Javier. Alfonso, además de ser guapísimo, es una persona extremadamente inteligente y estructurada. No se necesitan horas para darte cuenta cómo su cabeza siempre va un paso adelante. Estoy segura que junto a él nunca dejarás de avanzar.


Alfonso, no me sorprende que hayas elegido a Javier como esposo. Además de ser la inspiración del príncipe Erick, no me puedo imaginar un mejor cómplice en todos los sentidos. De verdad dudo que exista una situación que la presencia de Javi no mejore.


Felicidades por lograr darle sentido a todas sus versiones como pareja y por ser un gran ejemplo de congruencia. Felicidades a las familias que siempre han apoyado. Es un verdadero honor tenerlos en nuestras vidas.


¡Que vivan los novios!

Pd. No tengo fotos porque —obviamente— no use el celular en toda la noche del viernes 10 de marzo, pero —también obviamente— no perdí oportunidad de intentar replicar nuestra foto de bodas.






266 visualizaciones2 comentarios
bottom of page