A diferencia de lo que mucha gente piensa, considero que una persona que se dedica constantemente a rellenar silencios incómodos (o acribillarlos, según el éxito de la conversación) se traduce en una persona repleta de particularidades positivas.
Para empezar, genuinamente pienso que el serlo es de gente bienintencionada pues el objetivo principal de estas criaturas es que la incomodidad no reine en la persona de enfrente. También considero que serlo requiere de valentía, pues se sacrifica la dignidad propia por el confort del otro; es decir, un buen rellenador de silencios incómodos se dispone a hablar de temas que quizá lo hagan ver ridículo con el propósito de que la otra persona se sienta atendida durante la plática.
Lo lamentable es que, en ocasiones, la otra persona puede carecer de la empatía que al rellenador le sobra y todavía atreverse a molestarse o, peor, burlarse de cuando el rellenador se queda <<ahora sí>> sin qué decir. En estos casos yo validaría que el rellenador le aclare a la otra persona que lo hace más por él mismo que por otra cosa, pero por supuesto que no sucederá, pues se sabe que un leal rellenador de silencios incómodos tiene que atiborrar de amabilidad la conversación para no sentirse derrotado.
Y es aquí en donde se podría decir que el o la rellenadora podría pecar de una pizca ponderosa de egocentrismo al buscar ser adorable y agradarle a todo el mundo; pero seamos sinceros, si uno va a infringir una ley moral, que sea exterminar silencios incómodos rellenándolos de betún, al final el saldo de autoestimas heridas en estos casos es y siempre será: cero.
Ya para finalizar con las características de un buen rellenador de silencios incómodos, considero importante señalar 2 últimas cualidades; la extensa cantidad de ingenio y el buen manejo de tiempo que se necesita tener, ya que este prototipo de personas, se enfrentan con tener que elegir uno de los muchos datos que tienen almacenados para amenizar ese específico momento de manera rápida, pues se sabe que es el timing quien dicta si ese silencio incómodo se rellenó o simplemente... se acribilló.